TUTORÍA 1RO 2DO ACTIVIDAD 2 EXPERIENCIA 1 APRENDO EN CASA SEMANA 2 PRIMERO SEGUNDO DE SECUNDARIA TAREA RETO PDF

ACTIVIDAD 2 
Compartimos en familia cómo nos sentimos en el contexto actual y fortalecemos nuestros vínculos 
¡Hola! 
En la actividad anterior, identificamos nuestras emociones y expectativas para este nuevo año escolar. Como vimos, algunas de ellas nos causaban algo de temor inicialmente, pero luego aprendimos a reconocerlas para saber manejarlas. 
Estar en familia es agradable, y en este contexto es posible que comencemos a sentir agobio y estrés, y más ahora que ya iniciamos el nuevo año escolar. 
Sin embargo, debemos seguir ayudándonos unos a otros para mantener el control y el bienestar en el hogar. 
Fortalecer nuestros vínculos en la familia, compartiendo nuestras emociones y estableciendo acuerdos de convivencia, nos ayudará a que cada integrante de la familia se sienta bien. En familia pasamos momentos muy bonitos, jugamos, compartimos, nos reímos y la pasamos bien. Cuando esto sucede, ¿cómo nos sentimos? ¿Y qué pasa cuando los momentos no suelen ser los más bonitos?, ¿y cuando nos toca afrontar situaciones difíciles o algunos cambios que se presentan? Solemos explotar. Después de un tiempo, nos damos cuenta y pensamos: ¿Qué pasó? ¿Por qué reaccionamos así? Para seguir reflexionando sobre el tema, lee el diálogo entre Melissa y Juan. Hola, Meli, ¿qué te sucede? No te siento bien. Cuéntame, ¿cómo te va en tu nueva escuela? Seguro ya has conocido a mucha gente; ahora ya no querrás hablar tanto conmigo. Meli, no sé mucho de esto. Por lo que me cuentas, estás reconociendo tus emociones y ese es el primer paso para aprender a manejarlas. Yo también estuve así el año pasado, pero, ¿sabes? Me ayudó mucho conversar con mi familia. Al principio tuve vergüenza, pero luego entré en confianza y me sentí mucho mejor. Hola, Juan. ¿Sabes? Me siento estresada. Aún no me adapto a mi nueva escuela y tampoco he hecho amigos. Además, me preocupa que ahora que ya iniciaron las clases ya no podré ayudar a mi mamá en el negocio que pusimos en casa. Mi hermano también inició sus clases en la universidad. Por otro lado, mi papá está saliendo a trabajar al mercado, y eso también me preocupa.
 Esta semana he renegado por todo y no he tenido ganas de hacer actividades de la escuela. ¿Te ha pasado alguna vez? No sé qué hacer. No te apresures. Tómate tu tiempo. 
Es importante conectar y sentir las respuestas que puedas ir encontrando: 
• ¿Te has sentido identifi cada o identificado con la historia de Melissa? 
• ¿Qué opinas de que Melissa reaccione así con su familia al sentirse estresada por los cambios que está viviendo? 
• ¿Crees que Juan tiene razón y Melissa debe conversar con su familia sobre sus emociones?, ¿por qué? 
• ¿Qué le aconsejarías a Melissa para mejorar su situación? Ahora que hemos podido responder, pensar y sentir a partir de las preguntas, es importante que vayamos comprendiendo algunos elementos claves, así nos nutriremos con algunas ideas. Muchas veces podemos sentir estrés frente un cambio y/o transición que experimentamos, ya que es como una especie de duelo, porque dejamos atrás un ambiente que ya era conocido para enfrentar uno nuevo. Si esto te está sucediendo, ten calma, reconocerlo es el primer paso para poder afrontarlo. También debes saber que los cambios son oportunidades de mejora de las que puedes salir más fortalecida o fortalecido. Compartir esas emociones con nuestra familia ayuda mucho. Recuerda que la familia es el vínculo más cercano que tenemos y son ellos los que con su experiencia nos ayudarán a ver el lado positivo de esta transición y nos sentiremos mejor. Siempre es bueno comunicar a nuestra familia lo que sentimos cuando algo nos está haciendo sentir mal y no callarnos si algo nos incomoda o nos afecta emocionalmente. Busquemos la mejor manera y el momento adecuado para expresar lo que sentimos y las emociones que experimentamos. Así, compartimos en familia todo lo que nos sucede y buscamos las mejores soluciones. 
Ahora, para fortalecer el vínculo con tu familia te proponemos cinco actividades: 
1. Conversamos en familia. Consiste en contarse lo mejor y lo peor del día, desde cómo nos fue en la escuela y en el trabajo, hasta cuáles son nuestros miedos o sueños, qué queremos lograr y cómo estamos trabajando para hacerlo. La confianza es una parte fundamental de una buena comunicación. Permítete expresar tus emociones y promueve que los demás también lo hagan. 
2. Nos ayudamos en las tareas del hogar. Promovamos la distribución de pequeñas tareas por igual, lo cual fortalecerá nuestra autonomía y nos hará más conscientes. Colaborar en casa forma parte de una buena convivencia. 
3. Establecemos acuerdos de convivencia. Estos acuerdos permitirán establecer algunos aspectos a ser respetados por todas y todos, ya que fueron establecidos en consenso. Puede ser que estos acuerdos no se escriban, pero los cumplimos porque favorecen la armonía familiar y las relaciones afectivas. Por ejemplo, todos los integrantes de la familia almuerzan juntos los fi nes de semana. 
4. Cocinamos juntos. En virtud de lo anterior, consideramos que esta actividad es una de las más importantes y divertidas que podrías promover en familia. Cocinar no es solo un deber, también es una demostración de amor. Además, aprenderás otras formas de expresar tus sentimientos y entretenerte con el resto de la familia. 
5. Liberamos nuestras emociones a través de juegos, el arte, la música, la pintura y las manualidades. Son actividades que nutren el alma y te ayudan a conectarte con los demás. Puedes pasar un buen rato en familia escuchando música, e incluso bailando. No importa si no sabes bailar o pintar, lo crucial es que compartan en familia y se diviertan. Es importante proponernos acciones para lograr un año escolar como queremos. Para ello, vamos a asumir responsabilidades concretas en relación con nuestros estudios, la convivencia con nuestras compañeras, nuestros compañeros y docentes, pero también nuestra familia y comunidad. ¡Ponemos en práctica lo aprendido! Muchas veces, el que se cumpla nuestra expectativa depende del contexto y otros factores. Sin embargo, otras veces depende de nuestras acciones. 
Revisa con tu familia (los integrantes que estén presentes en casa) las doce emociones que te presentamos, y juntos reconozcan y expresen las emociones que están sintiendo ahora. Luego, decidan en conjunto qué actividades de las que te hemos propuesto van a desarrollar para fortalecer los vínculos. ¡Vamos con el reto! Leamos las siguientes ideas 
• En la vida siempre vamos a enfrentar diferentes situaciones que van a provocar diversas emociones con variada intensidad, y sentirlas es normal. Las emociones que sentimos nos dan información importante acerca de una situación, por ejemplo, si una situación es peligrosa o si es segura. Por ello, es importante aprender a diferenciar nuestras emociones para darle un nombre a cada cosa que sentimos, ya que, al diferenciarlas, podemos entenderlas, manejarlas mejor, expresarlas de forma adecuada y tomar decisiones de manera más acertada. Por ejemplo, si estás feliz porque tu amigo ganó un concurso y, a la vez, molesto porque tú no ganaste, debes diferenciar ambas emociones, poder ser capaz de felicitarlo sinceramente y pensar que en una próxima ocasión tú puedes ser el ganador. 1 
• Aprovecha el tiempo que estás en casa para poner en práctica las actividades que te hemos propuesto. No todas estas actividades pueden resultar fáciles, pero, sin duda, son cruciales para fortalecer los vínculos con tu familia. El secreto está en hacerlo con paciencia, amor y ternura. 

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